Se puede hacer un manejo y disposición adecuados de los residuos que a diario desechamos en nuestro hogar, reciclando productos de papel, vidrio y plástico y separarándolos de los desechos orgánicos para generar un menor impacto en el ambiente.
En trabajos de introducción intencional de especies así sean con fines de control biológico, se deben realizar evaluaciones anticipadas teniendo en cuenta el impacto sobre la biodiversidad.
No compremos en Semana Santa ramos hechos con la palma de cera que es el refugio y el alimento del loro orejiamarillo y hace parte del bosque subandino.
Se debe denunciar la posesión y venta de animales silvestres ante las autoridades ambientales, pues generalmente muchos de éstos mueren en condiciones lamentables de cautiverio y alimentación.
No compremos animales silvestres para tenerlos como mascotas, su tenencia nos puede acarrear enfermedades y/o agresiones indeseables; mientras que en ellos se genera estrés por encierro, enfermedades y hasta la muerte. La fauna silvestre no puede convivir de forma óptima con los humanos y es mejor tener perros, gatos y otros animales domésticos que por evolución sí pueden compartir mucho con nosotros.
No comprar y denunciar la venta de productos y subproductos de la fauna silvestre como carne, huevos, pieles, partes del cuerpo, plumas, carteras, zapatos, cinturones, accesorios ornamentales, esencias medicinales, etc. Se pueden conocer las necesidades y mejorar el nivel de vida proponiendo alternativas viables para las comunidades que comparten su hábitat con la fauna silvestre, pues en muchos casos éstas hacen un uso excesivo de este recurso que propende por la disminución de las poblaciones animales.
Fomentar la investigación científica de especies de fauna silvestre y de ser posible, realizar seguimiento. Realizar censos de población de las especies amenazadas en zonas aun inexploradas podría permitir aumentar las poblaciones y dedicar una mayor atención para su conservación y manejo. Crear vedas en centros de acopio, transporte y comercialización a la pesca de interés comercial y fomentar la pesca de consumo durante los períodos de subienda y bajanza, para evitar que se extraigan peces por debajo de las tallas establecidas.
Se deberían eliminar métodos de pesca altamente destructivos como el uso de dinamita, taponamiento de fuentes hídricas, trasmallo y otros indiscriminados como la pesca de arrastre que causa la muerte de muchos animales acuáticos. Es importante ampliar las áreas de protección de las especies en peligro y de ser posible, determinarlas como áreas prioritarias de conservación ya que la presión ejercida por cazadores, comerciantes, colonos es muy alta y genera la fragmentación de las poblaciones.
El fomento del ecoturismo a través de la destinación de fondos, ayuda a promover también la investigación de la biología y poblaciones de las especies silvestres amenazadas y de otras que conviven en su mismo hábitat.
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